viernes, 1 de junio de 2012

ENTREGA 1




En esta entrega nos tuvimos que desviar un poco con respecto al cronograma de actividades que tenemos, debido a complicaciones con la entrada a la Clínica Samein y con la disponibilidad de la doctora, todavía no hemos podido asistir ya que la doctora se encuentra fuera de la ciudad .Esperamos  poder asistir lo más rápido posible, y así  cumplir con nuestro cronograma de actividades propuesto.
Antes de entrevistar a una adolescente que este padeciendo de anorexia en la Clínica Samein, decidimos escuchar la experiencia de una joven de 24 años que padeció anorexia y que ya se curó. 
Su nombre es Adriana Pérez, tiene 24 años de edad y trabaja como bioenergética. El 24 de Mayo pedimos una cita con ella, pero primero que todo le explicamos por teléfono al pedir la cita, la necesidad y el fin de esa cita. Fue difícil para nosotras explicarle el motivo de la cita, ya que la anorexia es un trastorno que puede marcar mucho la vida de una persona, e incluso puede ser difícil recordar y retroceder a aquel momento de enfermedad. Pero ella reaccionó muy bien, nos dijo que con mucho gusto aceptaba, pero que era muy tímida y no se atrevía  a estar al frente de una filmadora.
Adriana nos contó su historia con la anorexia, como empezó todo, como la afectó, y como finalizó.
Todo comenzó cuando ella tenía 12 años de edad y pesaba 50kg, le encantaba el modelaje, y por esto desde esta edad empezó con un grupo de amigas y primas en unas clases de modelaje, ella disfrutaba mucho lo que hacía, tenía el mejor porte de su categoría, siempre le gustaba ser la mejor, y sobresalir entre las demás, pero pensaba que su cuerpo no era el adecuado para lo que le gustaba hacer, modelar.
 A  sus 14 años de edad, tuvo una desgracia familiar, su hermana de 23 años tuvo un accidente automovilístico, y falleció, fue el golpe más duro que  Adriana sentía tener, sentía que el mundo se le venía encima, ya que la relación que estas 2 únicas hijas tenían era incomparable, eran totalmente unidas, e inseparables, decía ella “a veces me sentía como hija de mi hermana, y no de mi propia mamá”, era una relación de profundo amor y aprecio entre ambas, a partir de este momento Adriana cambio totalmente, ella sentía que ya no había motivo para disfrutar de nada, lo único que le despejaba la mente y la mantenía en otro “mundo” era el modelaje, era lo único que ella disfrutaba, ya ni siquiera disfrutaba estar en su casa, en familia, ya que esto hacia que los mejores momentos con su hermana se le vinieran a la cabeza.
Adriana al ver que ella era la mejor de su categoría en el modelaje, pero sentía que le faltaba adelgazar, comenzó una dieta estricta que ella misma se propuso, poco a poco, cuenta Adriana, que eran menos las ganas de comer, y entre menos comía, mas  “deforme y feo” veía su cuerpo, pero ella estaba firme con su decisión de ser la mejor tanto en porte como en cuerpo, su madre preocupada por el cambio de Adriana decidió investigar y preguntar sobre lo que veía en ella, y la gente le decía que a lo mejor estaba padeciendo anorexia, pero su mama negaba esa idea, ya que aseguraba, que todos los días ella le subía a su habitación  el desayuno, el almuerzo y la comida, y Adriana lo bajaba a la cocina limpio. Lo que la mamá de Adriana no sabía era que ella, a medida que iban pasando los días, mas estrategias tenía a la hora de comer; Adriana mantenía en su baño varias bolsas de basura, en las cuales cada día desechaba allí la comida, y en las noches cuando ya sus padres estaban dormidos, ella salía a sacar sus bolsas. Fueron pasando los meses y Adriana cada día se veía peor, y su mama cada vez estaba más y más preocupada, hasta que decidió llevarla al hospital, fue internada inmediatamente con 32kg. Cada día en el hospital era un infierno para ella, por esto se veía en la obligación de ir en contra de su propia voluntad, teniendo que comer estrictamente cada una de las comidas del día y cumplir la dieta que su médico le imponía, ya habían pasado 3 meses y su peso estaba en 43kg, y pudo salir del hospital, en su casa comenzó juiciosa con ayuda de sus papas, con sus dietas, y cada día se fue mejorando, hasta que logro curarse por completo.
Esta enfermedad, tuvo grandes consecuencias tanto físicas como mentales. Ella nos cuenta que tuvo una gran pérdida de pelo, su menstruación se detuvo por 6 meses, su tiroides se vio afectada. En cuanto lo académico, tuvo un mal rendimiento, ya que entro en una gran depresión, Adriana nos dice que esto fue una gran experiencia para su vida, ya que le ayudo a aprender muchas cosas y a madurar, entendió que las personas no se pueden dejar llevar por el modelo actual de belleza que nos impone la sociedad.
Lo que buscamos con esta anécdota es comparar la posición y la forma de pensar de alguien que ya la padeció, y se curó, respecto a alguien que actualmente la padece.